Menorkermua
contra el maltrato animal
Voluntarios que salvan vidas
Las Protectoras de Animales luchan para mejorar la calidad de vida de los animales y para reducir el abandono de mascotas
Con una media de 400 abandonos de animales al día, España es el país europeo en el que más mascotas se abandonan. Aproximadamente uno cada tres minutos, lo que hace un total de más de 150.000 mascotas al año, según datos de FAPAM, Federación de las Asociaciones de Protección Animal de la Comunidad de Madrid. Con tantos abandonos, las protectoras y los refugios de animales trabajan por dar hogar a todos esos animales de compañía, recogiendo unos 140.000 animales cada años entre perros y gatos.

Según algunos estudios realizados en el 2014, los principales factores del abandono animales son los motivos económicos (16%), las camadas indeseadas (13%), el comportamiento del animal (12%), la pérdida de interés en el animal (9%) y el fin de la temporada de caza (9%).
A pesar de estos datos, el II Análisis Científico sobre el Vínculo entre Personas y Animales de la Fundación Affinit demostró que los españoles son amantes de los animales. Según este estudio, el 43% de las personas conviven con una mascota, el 76% declara que le gustan los animales de compañía, el 74% afirma que convivir con uno le hace (o haría) más feliz y el 71% confiesa comunicarse con frecuencia con su mascota.
Todos estas cifras demuestran que a los españoles les gusta tener mascotas, por lo que muchos deciden tener una. Sin embargo una vez que las tienen en casa descubren que no es tan sencillo como parece y que requieren un alto nivel de compromiso, puesto que vienen acompañadas de una serie de responsabilidades. De esta forma, muchas familias terminan recurriendo al abandono al no ser capaces (o querer) cuidarlas.
Por todo esto, las Sociedades Protectoras de Animales tienen como objetivo principal ayudar a todas esas mascotas abandonadas. Estas entidades sin ánimo de lucro se rigen por un principio claro y común: el respeto a la dignidad animal. Así, se muestran en contra de toda acción de maltrato animal y solo entienden el sacrificio de los mismos por enfermedades terminales y cuando se demuestra que hay un peligro para la sociedad.
Cada Protectora tiene unos procedimientos propios, pero suelen ser muy similares, basando todos su actividad alrededor de la acogida de animales de compañía sin hogar. Algunas de ellas disponen de refugios donde alojar a estos animales abandonados, las cuales normalmente tienen su capacidad de acogida al 100%. Es por esto por lo que también tienen servicios de acogida en residencias temporales, donde los voluntarios acogen a los animales en su hogares hasta encontrarles una familia permanente.
Así, son los voluntarios la parte fundamental de toda Protectora, puesto que sin ellos nada de esto se podría llevar a cabo. Las personas voluntarias son las responsables del cuidado de todos los animales y se aseguran mediante cuestionarios y entrevistas meticulosas de que los animales terminan en hogares adecuados. Esta no es una tarea sencilla, puesto que nunca se puede saber con exactitud si serán abandonados de nuevo. Uno de los requisitos clave que consideran las Protectoras es que se vea a los animales no como una mascota, propiedad o “juguete”, sino como a un miembro más de la familia.
Las Protectoras de Animales son la justicia para aquellas mascotas que han sido abandonadas y necesitan cuidados. Los voluntarios se esfuerzan, además de en conseguirles un nuevo hogar, en concienciar a las personas para que ayuden y se solidaricen, pero sobre todo a que respeten a todo ser vivo.
